El Tribunal de Cuentas Europeo es una institución cuyo cometido principal y fundamental es contribuir a mejorar la gestión financiera de la Unión Europea, es por tanto un órgano independiente tanto con respecto a las demás instituciones comunitaria como con respecto a los gobiernos de los Estados miembros.
Esta institución actúa como una auditoría externa: comprueba que los ingresos de la Unión Europea se hayan percibido correctamente, que sus gastos se hayan realizado de manera legal y de forma regular, y que la gestión financiera haya sido la correcta. Contribuye así a mejorar la gestión de los fondos comunitarios en pro siempre del interés de los ciudadanos y ciudadanas de la Unión Europea.
La sede del Tribunal de Cuentas Europeo se encuentra en Luxemburgo.
Sede del Tribunal de Cuentas Europeo.
Funciones del Tribunal de Cuentas Europeo.
La principal función del Tribunal de Cuentas Europeo es comprobar que los fondos de la Unión Europea se perciban y se utilicen correctamente, y contribuir a mejorar la gestión financiera de la Unión.
El presupuesto comunitario se debe ejecutar de manera correcta, es decir, que los ingresos y los gastos de la Unión Europea sean legales y regulares, y la gestión financiera sea la correcta. Así se garantiza el buen funcionamiento económico de la Unión Europea.
Para llevar a cabo sus actividades, el Tribunal de Cuentas Europeo realiza auditorias detalladas de los ingresos o gastos de la Unión Europea en todos los niveles de la administración de los fondos, lleva a cabo controles sobre el terreno de las organizaciones encargadas de la gestión de los fondos, o de los beneficiarios de los mismos, tanto en los Estados miembros de la Unión Europea como en otros países. Sus conclusiones se publican en informes anuales y especiales, que señalan a la Comisión y a los Estados miembros los campos en los que debe mejorar, los errores que debe subsanar, y las deficiencias detectadas, formulando recomendaciones para la mejora de esta gestión.
Las marcas auriculares sobre el ganado indican a los auditores
donde ha gastado los fondos la UE.
Otra función clave del Tribunal de Cuentas Europeo consiste en ayudar a la autoridad presupuestaria (el Parlamento Europeo y el Consejo) proporcionándoles un informe anual sobre la ejecución del presupuesto de la Unión Europea correspondiente al ejercicio financiero anterior. Las constataciones y conclusiones de este tribunal que figuran en ese informe desempeñan un papel importante a la hora de que el Parlamento decida si aprueba o no la gestión del presupuesto realizada por la Comisión.
A petición de las demás instituciones de la Unión Europea, el Tribunal de Cuentas también emite su dictamen sobre la nueva normativa o la modificación de la normativa existente de la Unión Europea que tenga un impacto financiero. El Tribunal de Cuentas Europeo también puede publicar documentos en los que se expone su opinión sobre otras cuestiones por propia iniciativa.
Miembros del Tribunal de Cuentas Europeo.
El Tribunal de Cuentas Europeo está conformado por un miembro de cada Estado de la Unión Europea designados por el Consejo para un periodo renovable de 6 años. Estos miembros eligen entre ellos al que será su Presidente durante un periodo también renovable de 3 años.
Auditores del Tribunal.
El actual Presidente del Tribunal de Cuentas Europeo es el portugués Vitor Manuel Da Silva Caldeira, elegido en Enero de 2008.
Funcionamiento del Tribunal de Cuentas Europeo.
El Tribunal de Cuentas Europeo funciona como un órgano colegiado de 27 miembros, independiente de los demás organismos e instituciones de la Unión Europea con vistas a mejorar su eficacia (se trata de una entidad fiscalizadora superior), por ello se trata de una institución con autonomía total para:
- Seleccionar los temas de su auditoría.
- Decidir el ámbito específico y el enfoque que se debe seguir en esa auditoría.
- Decidir cómo y cuándo presentar los resultados de las auditorías seleccionadas.
- Elegir la forma de difusión que se dará a sus informes y dictámenes.
El Tribunal se divide en salas, que cuentan con la asistencia de personal altamente cualificado procedente de todos los Estados miembros, y que se dedican a elaborar informes y dictámenes que luego deben ser adoptados por el Tribunal.
Los auditores frecuentemente auditan a las demás instituciones de la Unión Europea, a los Estados miembros y a otros países beneficiarios de estos fondos.
El Tribunal de Cuentas Europeo también coopera de manera estrecha con las entidades fiscalizadoras superiores de todos los Estados miembros, de hecho, aunque su trabajo se refiere en gran medida al presupuesto de la Unión Europea - del que la Comisión tiene la responsabilidad global - en la práctica la gestión de más del 80% de los gastos se comparte con las autoridades nacionales.
El Tribunal no cuenta con poder jurisdiccional propio pero a través de su trabajo señala a los organismos comunitarios las irregularidades, las deficiencias y los presuntos casos de fraude que se puedan haber producido. Los organismos de la Unión Europea encargados en estos casos de tomar medidas incluyen a la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF).
Desde su creación en 1977, el Tribunal de Cuentas Europeo viene realizando un importante trabajo en pos de salvaguardar en última y principal instancia los intereses financieros de los ciudadanos y ciudadanas que habitan hoy en la Unión Europea.
Luxemburgo, ciudad que alberga la sede del Tribunal.